Decile adiós al pensamiento mágico

¿Te pasó alguna vez que planificas cada segundo de tu semana, pero el Universo parece tener otros planes? ¡No te preocupes, no estás solo! Todos hemos caído en el pensamiento mágico de que todo va a salir perfecto según nuestra planificación. Sin embargo, la realidad es que siempre hay imprevistos y obstáculos en el camino.

Hoy quiero compartirles algunos consejos para planificar de forma más realista y superar esos imprevistos con éxito y para dejar atrás ese «pensamiento mágico» y adoptar una mentalidad estratégica.

Añade un margen de maniobra

Reserva un poco más de tiempo del que crees que necesitarás para cada tarea. Si estimas que un traslado te tomará media hora, planificalo como si llevara 45 minutos. Así vas a estar preparad@ para posibles retrasos y contratiempos.

Dale importancia a la fecha límite

Cuando alguien te pida algo y consideres que es necesario o deseas hacerlo, acostumbrate a preguntar: «¿Para cuándo lo necesitas?». Esto te va a dar una idea de su nivel de prioridad y te va a ayudar a gestionar mejor tu tiempo.

Reserva tiempo para ajustes

Dedica un bloque de tiempo durante tu jornada para ponerte al día con nuevas tareas o pendientes que puedan surgir, así como para abordar lo que se haya retrasado o complicado. De esta manera, evitarás sentirte abrumad@ y podrás mantener el control.

Define tus bloques de tiempo flexibles

Identifica cuáles bloques de tiempo en tu agenda son más negociables o flexibles, y cuáles son aquellos que necesitas proteger con mayor ahínco. Esto te permitirá mantener un equilibrio y avanzar en tus tareas a pesar de las interrupciones o imprevistos.

Siempre tené a mano algo para anotar

Lleva siempre con vos un cuaderno, bloc de notas o descargá alguna app en el celular para registrar nuevos pendientes, ideas rápidas y otros datos relevantes que todavía no hayas ubicado en tu agenda. Esto te ayudará a mantener una especie de «bandeja de entrada» para gestionar cada detalle correctamente.

Recordá la regla de los imprevistos

La primera vez que algo inesperado sucede, es un imprevisto. Pero si ocurre por segunda vez, es una señal de que tu planificación no ha sido adecuada. Muchos imprevistos y urgencias son consecuencia de la falta de anticipación y previsión. Así que pone tu atención en una planificación más realista y flexible y vas a ver cómo mejora la situación.

Y para cerrar me gustaría preguntarte -y que te preguntes-: ¿Cómo planificas vos? ¿seguís el pensamiento estratégico o todavía te dejas llevar por el pensamiento mágico? 🔮

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