¿Alguna vez han sentido que las horas del día simplemente no alcanzan para hacer todo lo que tienen que hacer? Seguro que sí. Pero no se preocupen, estoy acá para compartir con ustedes algunos consejos prácticos y ayudarlos a superar los obstáculos más comunes a la hora de planificar su semana.
La planificación semanal es una herramienta poderosa para tener el control de tu tiempo y lograr una vida organizada y productiva. Con una buena planificación, puedes maximizar tu eficiencia y alcanzar tus metas de manera sistemática.
Sin embargo, a lo largo de nuestra planificación pueden aparecerse algunos obstáculos que nos dificultan a la hora de llevarla a cabo de forma orgánica. Aquí paso a contarte algunos de estos «enemigos»:
Enemigo número 1: La falta de centralización en la planificación.
Es importante utilizar una o máximo dos herramientas para mantener todo en un solo lugar. Anotar tareas en papeles sueltos, en el teléfono y en diferentes calendarios solo genera confusión y nos hace perder el rumbo. Por ejemplo, en mi caso, utilizo una agenda semanal y una lista de tareas para mantenerme organizado.
Enemigo número 2: Pasar por alto las tareas invisibles.
A veces nos enfocamos solo en las citas y compromisos importantes, pero nos olvidamos de las tareas «invisibles» que forman parte de nuestro día a día, como las compras, los traslados o las tareas rutinarias. No se trata de anotar hasta el más mínimo detalle, pero es esencial tener en cuenta estas tareas para ser realistas en cuanto a lo que podemos abarcar.
Enemigo número 3: No esperar imprevistos.
Uno de los mayores errores en la planificación es llenarla al máximo, sin dejar espacio para imprevistos y nuevas tareas que puedan surgir. Siempre habrá retrasos, esperas y situaciones inesperadas que tendremos que gestionar. Además, muchas de las tareas planificadas generarán nuevas tareas y pendientes. Un consejo sencillo es dejar un margen del 70% de su tiempo como máximo para tener flexibilidad y adaptarse a los cambios.
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Hasta aquí te conté sobre algunos de los factores que atentan contra una buena planificación. Ahora que los conoces podés usar esta info a tu favor la próxima vez que armes tu planificación para evaluar, reflexionar y de ser necesario hacer las modificaciones que necesites para que logres una planificación realista, flexible y productiva.