Algo que escucho y leo seguido es asociar el madrugar con ser más productiv@s. Bajo esa creencia, nos esforzamos para lograrlo (aunque no esté nada alineado con nuestra rutina o actividades) o incluso nos sentimos mal y culpables por no hacerlo.
La realidad es que la productividad no tiene nada que ver con un horario específico ni con tiempo trabajado. Si así fuera, toda persona que madruga o trabaja mil horas sería sumamente exitosa, productiva y próspera. Es una creencia que no tiene sustento por sí sola. Madrugar no va a aumentar tus resultados mágicamente.
La productividad es una cuestión de mentalidad. De buscar las maneras más eficientes, efectivas y eficaces de lograr nuestros objetivos, cuidando nuestro bienestar y balance.
No se mide en tareas ni por horarios, sino por resultados. Y acá entra el concepto que llamo “productividad holística”, que tiene que ver con entendernos como seres integrales y energéticos. La productividad no solo es hacer sino también aprender a descansar, disfrutar y cuidarnos. Por eso los resultados no son solo externos sino internos.
¡Ojo! Con esto no quiero decirte que madrugar esté mal o que te levantes a cualquier hora. De hecho, biológicamente puede ser positivo respetar los ciclos de luz y oscuridad. Como animales que somos, tenemos biorritmos internos que, mientras más conectados estemos con ellos, mejor nos sentiremos.
A su vez, para tu organización personal es genial mantener ciertas rutinas u horarios regulares, pues nos dan sensación de control y nos ordenan mentalmente. Por supuesto, también influyen nuestras actividades cotidianas (como el trabajo, la hora de llevar a los chicos al colegio, compromisos varios, etc.) que marcan el ritmo de nuestros días y los momentos para dedicar a distintas actividades que no están en la agenda.
Lo que deseo con esto que les estoy contando es disociar la productividad de factores como un horario. Podés trabajar 1 hora al día y ser hiperproductivo, o no. Podés trabajar 12 y no serlo, o sí. Ser productivo tiene que ver con definir primero qué quiero y necesito, para luego ir buscando los mejores caminos que me lleven a eso.
Por eso, antes que se sumen al Club de las 5 de la mañana, les comparto algunos hábitos que aumentan tu productividad de una forma más realista y compasiva con vos mism@:
- Conocer y aprovechar tus picos de energía;
- Crear rutinas que estén a tu servicio (y no al revés):
- Invertir en optimizar y simplificar tu vida;
- decir que NO a aquellas actividades que te drenan energía;
- Delegar y trabajar en equipo.
¿Tenés asociado productividad con madrugar? ¿Qué te generó esto? Me encantaría leerte! 💜