¡Levanten las manos l@s que aman las listas! 📝🙋💕. En efecto, tachar los elementos en nuestras listas brinda una sensación de avance, genera satisfacción y aumenta las ganas de seguir logrando objetivos 🔥.
Peeeero… esa emoción por tachar a veces puede jugarnos en contra. ¿Por qué pasa esto? ¡Acá te lo cuento! Uno de los hábitos más comunes es anotar cosas fáciles o simples que podemos tachar rápidamente ✅ Por supuesto, no lo hacemos adrede ni en forma consciente, sino por el placer que nos produce terminar una tarea (un sesgo llamado “cierre cognitivo”). Nos produce gratificación instantánea 💣. Es como darle un caramelo a tu cerebro🍬.
Como resultado, quizás dedicamos gran cantidad de tiempo y energía a tareas… sin preguntarnos si son realmente valiosas o congruentes con nuestros objetivos🤷♂️. Anotamos por el simple placer de tachar y sentir que logramos algo🏆.
¿En cuántas ocasiones nos pasa que dedicamos toda una tarde a responder mails intrascendentes 💌 cuando en realidad sabemos que tenemos otros asuntos mucho más importantes que resolver 📑(y que probablemente no sean tan sencillos de abordar como el correo)?
Por eso hoy te invito a que des una mirada a tu lista de pendientes, y te preguntes cuáles son realmente aquellas de ALTO IMPACTO 🔝 , las que te acercarán directamente a alguna de tus metas o ayudarán a tu “yo futuro”🌱🔜🌷.
👉TIP! Si esas tareas o decisiones son demasiado grandes o te dan vértigo😨, tratá de dividirla en “partecitas”✂️, como si fuera una receta paso a paso. Vas a ver que a más chiquito parezca, menos resistencia te va a generar 🤫
¿Y vos padecés del síndrome del tachador?